El doce de octubre de dos mil diecisiete, en el desfile del día de la Fiesta Nacional, se incluyó una Unidad de los Tercios Viejos de Infantería española con traje de época que desfiló por el Paseo de la Castellana ante miles de ojos atónitos y enfervorizados y se convirtió en uno de los éxitos de aquel día y en un video con difusión dentro y fuera de nuestras fronteras.

La figura de los Tercios saltaba a la palestra después de años de ostracismo en los que en apenas un puñado de obras literarias se encontraban referencias sobre aquellos soldados. A raíz de ese éxito se empezó a fraguar la idea de un reconocimiento permanente de aquellas unidades y, sobre todo, de los soldados de España que lucharon en defensa de los intereses de nuestra nación a lo largo de los siglos XVI y XVIII (concretamente entre 1536 y 1701). Se empezó a pensar en que había que erigir un monumento a los Tercios en la capital de España.

A primeros de 2018 y tras una visita de los impulsores de la idea, teniente general César Muro Benayas y el famoso pintor Augusto Ferrer-Dalmau, al entonces Jefe de Estado Mayor de la Defensa y firme defensor del proyecto, general de Ejército Fernando Alejandre Martínez, se empezó a trabajar en un proyecto de lo que se pretendía fuese un conjunto escultórico que, realizado por el escultor Salvador Amaya, estaría inspirado en cuatro figuras del famoso cuadro de Ferrer-Dalmau “Rocroi, el último Tercio”.

A partir de la composición artística de Ferrer-Dalmau y contando con el asesoramiento histórico de grandes expertos, Salvador Amaya realizaría un grupo escultórico, de inspiración clásica, sobre pedestal de piedra en el que estarían representadas algunas de las figuras más representativas de aquellos soldados del Siglo de Oro español: un arcabucero, un piquero, un abanderado y su capitán. Junto a ellos caminaría un perro, símbolo de lealtad y entrega hasta el final. En resumen: un monumento que aúne el sentir de todos los amantes de la historia de España en general y de los admiradores de uno de los cuerpos militares más laureados de la Historia universal.

El general Alejandre decidió entonces asumir las tareas de apoyo institucional desde su Estado Mayor ya que, a partir de la experiencia que se tenía con otros monumentos similares (el de Don Blas de Lezo, el de los Héroes de Baler, etc.), se sabía que era fundamental contar con apoyos en diversas instancias de índole político.

Inicialmente el proyecto contó con el beneplácito de la entonces ministra de Defensa, a la sazón María Dolores de Cospedal pero el apoyo de la Alcaldía de la capital, imprescindible para el monumento, no se obtuvo hasta bien entrado el año 2019 tras la llegada a la misma del Alcalde José Luis Martínez-Almeida quien, autorizó, inicialmente, el emplazamiento del monumento en los jardines ubicados en la margen este del paseo de la Castellana, en la falda de la colina en la que se asienta la Escuela Técnica Superior de Ingenieros.

Es en aquel momento, ya en 2020, cuando tras el paréntesis del confinamiento derivado de la llegada de la pandemia, surge la idea de crear una Fundación que tome el testigo del proyecto e impida que el impulso inicial pueda quedar en nada ante la terrible situación por la que atravesaba nuestra nación. La idea de la Fundación, impulsada por el que acabaría siendo su patrono-fundador, el pintor Ferrer-Dalmau empieza a calar y en torno a él se reúnen una serie de personas entre las que está el JEMAD que había defendido el proyecto allá por el año 2018, el general Alejandre.

El patronato de la Fundación “Arte e Historia Ferrer-Dalmau” decide, en una de sus primeras reuniones, asumir aquel apoyo institucional al monumento y, por ese motivo se retoman las acciones necesarias para buscar la financiación de un monumento de este tamaño y porte. En vista del interés popular que el monumento despierta, se decide buscar esa financiación por dos fuentes, la suscripción popular y el apoyo de empresas punteras de la industria de defensa.

Para llevar a cabo la suscripción popular cuenta la Fundación con el apoyo de la mayor parte del denominado “mundo Tercios”, empezando por la entusiasta “Asociación #31 de enero Tercios” a la que acompañan en el esfuerzo la “Asociación Amigos del Camino Español de los Tercios” y la Fundación “Tercio de Extranjeros”. Por su parte, será directamente la Fundación la que se encargue de la segunda fuente de financiación del monumento, la que se constituirá a partir de las donaciones de diversas empresas, fundamentalmente del sector de la industria de Defensa.

La campaña de subscripción popular empezó a finales de enero de 2022 y durará hasta el 28 de mayo de 2022. Por tomar parte en ella, de acuerdo con la cuantía de la aportación se obtendrán diferentes beneficios además de la desgravación fiscal contemplada en la Ley 49/2002 de 23 de diciembre relativa a los incentivos fiscales al mecenazgo que alcanza el 80% de los primeros 150 euros. La aportación, dentro de esta campaña, puede hacerse por dos vías:

• Por Internet a través de la plataforma Lánzanos: https://www.lanzanos.com/proyectos/monumento-a-los-tercios-una-pica-en-la-castellana/
• Por transferencia bancaria a la CC: ES32 0049 3939 1327 1485 8640.

Una vez realizada, el donante debe enviar: copia del justificante de ingreso, nombre y apellidos, número de DNI y domicilio fiscal bien:

– Al correo electrónico: secretario@fundaciontercioextranjeros.org

–  A la dirección postal de la Fundación “Tercio de Extranjeros”, C/ Casas de Campos, 18 Bajo izqda. 29001 Málaga

La idea es que en el pedestal haya una placa en la que recordando en primer lugar que el monumento se erige por suscripción popular, se incluya también referencia clara a las empresas colaboradoras. En la actualidad hay ya varias empresas (hasta un número cercano a la decena) que han mostrado su interés en colaborar, algunas de ellas comprometiendo una importante cantidad de dinero.

En resumen, más de cuatro años después de aquel desfile por la Castellana de Madrid y contando con el apoyo del Ayuntamiento de Madrid, la Fundación Arte-Historia Ferrer-Dalmau ha unido sus fuerzas ya en enero de 2022 con la Asociación “#31 enero Tercios”, la Asociación de “Amigos del Camino Español” y la Fundación “Tercio de Extranjeros” para, haciéndose eco del sentir popular, hacer realidad ese antiguo proyecto de construir un monumento a los Tercios en la capital del Reino con el que tratar de saldar la deuda de gratitud que España tiene con aquellos soldados.